Sitio de Memoria Estadio Víctor Jara
Sobre el lugar
El estadio Víctor Jara –ex estadio Chile–, es el primer recinto deportivo techado que se construyó en el país. Fue proyectado por el arquitecto Mario Recordón en colaboración con Jorge Patiño y se inauguró el 14 de abril de 1969.
Cuenta con una multicancha de pulastic, graderías con capacidad para 6.500 personas y una residencia deportiva para 185 deportistas. A pesar de que su diseño está pensado, como es natural, para los eventos deportivos, desde sus inicios acogió importantes actividades culturales, como las tres versiones del Festival de la Nueva Canción Chilena, realizadas en los años 1969, 1970 y 1971. Tras el golpe cívico militar de 1973 fue utilizado como campo de prisioneros y prisioneras políticas, siendo escenario de torturas y ejecuciones, entre otras violaciones a los derechos humanos.
Se han identificado dos periodos dentro de esta última etapa: primero entre el 12 y 15 de septiembre de 1973; y luego entre noviembre de 1973 y junio de 1974. Todas las dependencias del recinto fueron zonas de confinamiento, desde el hall, pasando por los baños, galerías, confitería y pasillos ubicados en la primera planta. Por su parte, los subterráneos, las bodegas, camarines, y gimnasios fueron sirvieron para la realización de interrogatorios, sesiones de tortura y simulacros de fusilamiento. Más de 5000 presos y presas políticas permanecieron en el lugar, y un número aún indeterminado de ellos fueron ejecutados. Entre estos últimos se cuentan Víctor Jara y Littré Quiroga.
Durante el primer periodo se vivieron los hechos de represión y violaciones a los derechos humanos más duros según el testimonio de los sobrevivientes. De acuerdo al Informe Valech (2004):
… los prisioneros en este recinto eran incomunicados, sometidos a un severo régimen disciplinario. Las luces se mantenían encendidas en forma permanente y existía un deliberado sistema de alimentación a diversas horas, lo que provocaba una pérdida del sentido del tiempo. Existen antecedentes que indican que muchos de los interrogatorios se efectuaron por efectivos del Servicio de Inteligencia Militar. De manera constante y aparentemente arbitraria, los efectivos a cargo del recinto sacaban personas con destino desconocido. Las numerosas declaraciones de detenidos que estuvieron en este recinto dan cuenta de la aplicación permanente de malos tratos y tortura. Los testimonios indican que quienes estuvieron allí sufrieron golpes, amenazas, simulacros de ejecución, colgamientos, quemaduras con cigarrillos, aplicación de electricidad y la violencia de presenciar ejecuciones en el estadio. Las mujeres señalaron haber sufrido vejaciones sexuales y violación.
Terminada la dictadura cívico-militar, la Fundación Víctor Jara junto a diversas organizaciones sociales, culturales y de derechos humanos, comenzaron un largo proceso de marca y recuperación del estadio para convertirlo en un espacio abierto al arte, la cultura y el deporte, considerando su dimensión de Sitio de Memoria. Se han realizando múltiples esfuerzos: canto libre, jornadas de purificación en 1991; conciertos y actividades de homenaje y conmemoración; campañas para cambiar el nombre del estadio entre 1998 y 2003. En 2009 se logró su declaratoria como monumento histórico, incorporando a esta condición el perímetro del Pasaje Arturo Godoy en 2017.
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